¿Eres de los que piensa que el Black Friday es simplemente un invento de las marcas para vender más? Pues déjanos que te contemos una cosa… sí! pero… no.
La primera vez que se utilizó el término “Viernes Negro” fue en 1869, cuando el mercado estadounidense entró en bancarrota por un colapso. Los financieros estadounidenses Jay Gould y Jim Fisk no estaban comprando regalos de navidad para sus familias (o eso creemos); intentaban acaparar todo el mercado del oro y, finalmente, lo único que consiguieron fue que el mercado entrase en bancarrota.
Nuestro Black Friday actual se parece más a la versión de 1961, cuando la Policía de Filadelfia presenció un caos en la regulación del tráfico debido a la gran cantidad de gente que se amontonaba en las calles el día después de Acción de Gracias.
No hace tantos años que esta “tradición” tiene presencia en España, sin embargo, cada año pega más fuerte y las marcas preparan sus campañas como si de la mismísima Navidad se tratase. (¿No os sentís un poco americanos el tercer viernes de noviembre? ¡Ponme un café del Starbucks!).
Hoy, 23 de Noviembre, algunos se hartarán de hacer colas en las tiendas físicas por poder decir que se han hecho con las mayores “gangas” del Black Friday, otros preferirán hacerlo desde su casa en las colas virtuales (en Wola no hemos sido menos y también hemos caído), y otros simplemente, seguirán diciendo que el Black Friday es un invento de la publicidad, como San Valentín o el Día de la Madre, y pagarán mañana un precio mayor por sus compras.
Ah, y por si creíais que os habíais librado de las muchedumbres… el lunes es el Cyber Monday 😉